Hacemos hoy un paréntesis en la saga Vengadores vs X-Men de Falsas Tomas Falsas, para celebrar Halloween por todo lo alto. Como protagonistas, los X-Men.
CAPÍTULO ESPECIAL HALLOWEEN (PARTES I Y II)
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| Portada de Maese ABL |
A falta de muy poco para lanzar el número 8 de Aluzine de Fanzine, en el marco del 15 Aniversario de Aluzine Comix, os ponemos esta pequeña preview.
Por fin está disponible la quinta entrega de Romero el Camionero, el personaje fetiche de Maese ABL, publicado en el número 3 de Aluzine Comix Presenta. Esta publicación, enmarcada en la celebración del 15 Aniversario de Aluzine Comix, nos trae de vuelta a este héroe urbano, continuando las aventuras narradas en ACP1 (Romero el Camionero 4) ya integradas en el Universo Aluzine, con lo que además de la gran variedad de originales personajes del autor, podemos ver a algunos de los de mi cosecha (los Vendetta-Men principalmente, ya que el grupo de Romero trabaja como delegación española de éstos).
A pesar de ser un "Marvel Zombie", fan de los Mutantes concretamente, durante mi niñez y adolescencia no podía permitirme seguir todas las series que me interesaban. Ya de adulto, y con trabajo, me fui permitiendo el lujo de conseguir rellenar todos los huecos de colecciones como Los Nuevos Mutantes o Factor-X, y otras completas que en su día no pude comprar. Otra de mis obsesiones es ordenar de forma cronológica (todo lo que nos permite las ediciones españolas) las distintas colecciones relacionadas, para así tener un orden de lectura general.
Hoy, el día que cumple 47 años, he decidido publicar este pequeño artículo sobre el controvertido autor Rob Liefeld. ¿Porqué? Aunque yo mismo participo en ocasiones de la (fácil) burla y linchamiento hacia su trabajo, debo confesar que es uno de los autores que, para bien o para mal, más me han influido. Quizás no en el estilo, pero sí en la filosofía. Más adelante lo explicaré. Primero de todo, esto no es una defensa a ultranza de este autor, ni lo pretende ser, aunque tampoco es otro de esos artículos sarcásticos para reírnos de él.
Como todos sabéis (supongo), rompió con Marvel, junto a otros "hot artists" para fundar Image, debido al desacuerdo sobre los derechos del autor sobre personajes de la editorial. Junto a él, Todd McFarlane, Jim Lee, Marc Silvestri, Jim Valentino, Whilce Portacio y Erik Larsen. Para Image rescató un antiguo proyecto de 1987 llamado Youngblood, que había intentado vender a DC, e incluir más tarde alguno de sus miembros en Los Nuevos Mutantes, sin éxito. Ahora era su propio jefe, e iba a hacer lo que le saliera de las narices. Su sello Extreme Studios era el más violento de todo Image, y fiel a su estilo de historias sangrientas (casi todos los títulos contienen la palabra "Blood"), hiperviolentas, con personajes musculosos y aguerridos, aunque dejando un pequeño espacio para el humor negro. Los dibujantes que trabajaban en él, terminaban emulando al maestro, como Marat Mychaels, Chap Yaep o Dan Fraga.
Ya aquí, desde finales de los 90, la crítica (o gran parte del sector crítico gafapastero que habita internet) se le lanzaba al cuello en cada ilustración o viñeta que aparecía de él. Pasó a ponerse de moda meterse con Liefeld. Y mira que a lo largo de estos años ha habido montones de dibujantes malos malísimos. Pero Rob era diferente. Hay un factor que yo considero importante: "la envidia". Un chaval joven que se abre paso en una difícil industria, tiene éxito y gana un montón de pasta, aunque no sea un puto genio a los lápices. El corazón humano es muy negro, señores. Podríamos hablar de algunas historias de Al Milgrom, pero es más fácil hablar de la anatomía imposible de los personajes de Liefeld. Nadie le dice a Jan o Ibáñez que su anatomía es incorrecta, ¿verdad? Lo que cuenta es la narración, contar la historia y el dibujo debe simplemente resaltar y ayudar a contarla. Mientras que otros autores que en su día también eran criticados y denostados, como el propio Jack Kirby, y más tarde se miran desde la óptica de la época, la innovación o el aporte de elementos narrativos, Rob es el saco de boxeo que tenemos ahí colgado, siempre dispuesto a recibir. Lo que no saben (o no quieren saber) es que esos que continuamente están criticándolo, le dan la publicidad necesaria para seguir trabajando en la industria.