domingo, 16 de julio de 2023

La Disyuntiva Ángel / Spike

Ya he comentado en diversas ocasiones que una de mis series favoritas de todos los tiempos es Buffy Cazavampiros (y por extensión su spin-off Angel). Ojo que esta disertación puede tener leves spoilers sobre las tramas, aunque si aún no las has visto a estas alturas, dudo mucho que lo hagas....

Tras haber visto ambas series en varias ocasiones (recientemente una vez más de forma cronológica), he tenido conversaciones con varios amigos sobre el papel de Ángel y Spike. Resumidamente, Ángel es un vampiro al que una maldición le otorgó un alma, para que sufriera por las atrocidades cometidas en el pasado, cuando era Ángelus, uno de los vampiros más malvados y sanguinarios de la historia. Con el paso de los siglos comenzó a luchar por el bien, para tratar de redimirse. Mientras tanto, Spike había sido también un temible vampiro que, a pesar de tener en su currículum el hito de haber asesinado a dos cazadoras, nunca llegó al nivel de maldad de su "abuelo" Ángelus. Spike luchó por conseguir un alma, para poder estar al lado de la mujer que amaba, Buffy, y terminó sacrificándose para salvar al mundo (y a su amada, de paso).

Siempre que hablo sobre ello, llegamos a la disyuntiva de si ser "team Ángel" o "team Spike", y prácticamente todo el mundo se sorprende de mi elección: prefiero a Spike. Primero, como personaje, y cómo su evolución es mucho más interesante que la de Ángel. Segundo, porque, aunque Spike no era tan fuerte y tan heroico (en apariencia) como Ángel, lo considero mejor "persona" (si esto fuera aplicable a un ser de las tinieblas...).

En diversos flashbacks durante las series, vemos los orígenes de ambos personajes. Ángel era un chaval fiestero y mujeriego, al que la vampiresa Darla convierte. La primera atrocidad que comete es matar a su propio padre, que se portaba de forma muy estricta con él, a modo de venganza. Años después, William, un ingenuo y tímido poeta, es vampirizado por Drusilla (a su vez, "hija" de Ángelus), convirtiéndose en Spike. Éste, aun siendo un vampiro carente de alma, trata de salvar a su moribunda madre, convirtiéndola en vampiresa. Cuando es consciente del terrible monstruo en que se ha convertido, la mata él mismo, en honor a su memoria. En estos dos actos ya podemos apreciar, aunque sean ambos en ese momento demonios sin alma, la diferencia entre los dos protagonistas.

Cuando Ángelus asesina una chica gitana, su clan realiza una hechizo de maldición, dándole un alma, con lo que el vampiro comienza unos años de dolor y arrepentimiento, que desembocan en su nueva personalidad, Ángel, que trata de redimirse por las atrocidades cometidas, luchando al lado del "bien". Pero, cada vez que, en diferentes ocasiones, pierde el alma durante las series, vuelve a aparecer la personalidad de Ángelus, como si de Jekyll y Hyde se tratase, haciendo de las suyas. Es decir, ese ser sólo hace el bien por obligación, por evitar el dolor que siente mientras tiene alma.

Por su parte, Spike llega hasta la actualidad (a finales de los años 90, vamos...) siendo un vampiro convencional, malvado claro está, pero nunca tan depravado como fue su contrapartida que nos ocupa. En diversas ocasiones colabora con Buffy, incluso antes de que el gobierno le pusiera un chip en la cabeza para evitar que hiciera daño a los humanos. En este estado, y aun sin alma, se enamora de la Cazadora, y lucha junto a ella arriesgando su (no)vida. Y cuando todo parecía desmoronarse, fue voluntariamente a conseguir un alma, pasando por una serie de dolorosas pruebas (como los 12 trabajos de Hércules), para ser digno de Buffy. Finalmente, se sacrifica para cerrar la Boca del Infierno, salvando al mundo de un terrible apocalipsis.

Tras el relato de ambas historias, ¿cuál creéis que es el personaje más heroico, más bueno en definitiva? Yo lo tengo muy claro.

Saliendo del "Buffyverso" y regresando a nuestra realidad, vemos como la mayoría de las religiones actuales, empezando por el cristianismo, se basan en el miedo al infierno, y/o el premio de una vida eterna en el paraíso. Te premian o castigan por tu comportamiento, con lo cual te quitan la elección de ser buena persona por principios, con honestidad. ¿Mereces de verdad ir al "cielo" si te has comportado bien toda tu vida solo por temor a ser castigado? No lo creo, la verdad. Pienso que las buenas acciones de un ateo, por ejemplo, tienen mucha más validez que las de un creyente. Si dios existiera, lo más probable es que tenga más ateos a su alrededor (si la omniscencia que se le supone fuera cierta, claro).

Películas como La Naranja Mecánica tocan este tema también de una manera distinta, aunque con la misma conclusión: Si tus actos son buenos por miedo o por obligación, por falta de libre albedrío, entonces probablemente, en el fondo, no eres una buena persona, sino un cabronazo enjaulado.

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