Star Trek: En la Oscuridad

Ayer por fin puede ver la nueva entrega de Star Trek, la segunda de la revitalizada saga por J.J. Abrams. Primero debo admitir no ser un trekkie, aunque recuerdo con mucho cariño la serie original cuando la vi de pequeño. De sus secuelas durante las décadas no he visto nada (quizás alguna de las películas de La Nueva Generación). Aun así cuando he visto el inteligente reboot de Abrams, que cuida y respeta a la serie primigenia, me sorprendió gratamente. Y es que el director es toda una garantía hoy en día para cualquier proyecto (veremos que hace en Star Wars).

Por no extenderme demasiado, debo decir que esta segunda entrega mantiene el nivel de su antecesora, con un guión inteligente y una acción trepidante que prácticamente no te deja apartar la vista ni un instante de la pantalla. Los actores siguen en su línea, buenas caracterizaciones, en especial Spock, con un Zachary Quinto que se ajusta al personaje como un guante (ya era de lo mejor en la serie Heroes, con su Sylar). Otro gran pilar es Bones (Karl Urban), que aporta la principal baza humorística, junto a Scotty (aunque éste a otros niveles más básicos). Khan (Benedict Cumberbatch) aparece y todo apunta a que tienes que sorprenderte... En mi caso, que no he seguido Sherlock, me pareció demasiado dramatizado, aunque correcto, y el personaje en sí lo suficiente para hacer un guiño a la película de 1982 (La Ira de Khan).

[OJO SPOILERS]

Parece que si quieres hacer una película taquillera en Hollywood es imprescindible destruir ciudades a gran escala (Vengadores, Transformes, Man of Steel...) parece que los yanquis están bien traumatizados en el fondo y sienten un morbo especial a ver sus edificios y símbolos destruidos. Sobreponiéndonos a esto, esa acción non stop usa muchas escenas que entiendo que se han convertido en stándares. El paseo de Khan detenido y rodeado por los guardias entrando en la Enterprise, recuerda demasiado al de Man of Steel y a su vez a Loki en el Helitransporte en Los Vengadores. La nave saliendo majestuosa del mar en el comienzo del film, al estilo de Archie (la nave de Búho Nocturno) en Watchmen, e incluso el Helitransporte de SHIELD despegando del agua. Tenemos una persecución por parte de los Klingon, donde los protagonistas usan una nave que recuerda bastante al Halcón Milenario de Han Solo. Y la escena de Kirk sacrificándose para reparar la nave y salvar a la tripulación se asemejó mucho al capítulo de Firefly donde el Capitán Reynolds hace lo propio.

En definitiva, gran película y muy entretenida, esperemos que la recaudación dé para que se planteen una tercera entrega (y que Abrams siga ahí). Mi puntuación: 8